viernes, 10 de abril de 2020

3 poemas más de Amelia Biagioni







CALLE

Señor del fiat
sálveme
soy culpable pero inocente.
Me pesiguen fusiles
porque amé demasiado por un lado
y nada por el otro.
Lléveme a una embajada
por el mayor favor.
                   ¿De qué color?
Una embajada blanca.
                   ¿No le gusta una negra?


*


Coronado de llamas en la noche cerrada
                                      por mirasoles muros ciegos
pinta el transido Vincent del espejo
mientras la oreja ilimitada
                        una mitad sujeta y la otra andante
escucha en el dolor y el cosmos.


*


LA SEÑALADA



Comenzarán a señalarme
en mi folio del siglo XX
por vivir en torre soñada.

Me acusarán en el XIV,
en cualquier lugar de la tierra
donde la culpa sea un peso
adjudicado desde afuera.
Tendré otras facciones, de miedo
intrépido, y otra madre,
de alta y pulida piedra rosa,
que me dará su negación
por gran piedad por ella misma.

Para el juicio me vestirán
con el pelo de la locura.
Las caperuzas, no sus hombres,
antes de oírme una canción
ya me habrán condenado a humo,
por haberme encendido tanto
mirando escuchando subiendo.

En la plaza me apagarán
con sordos con ciegos con llamas.
Por haber espiado a Dios.



**Amelia Biagioni, Poesía completa, Adriana Hidalgo Editora, 2009, 1ra ed.-

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