XLIX
¿Y si fuera cierto
que un hombre y una mujer
comenzaron un día a desnudarse
para celebración de la palabra
nunca dicha?
LV
¿Qué perdura del encuentro
para que los amantes
se despidan hasta siempre
como si las palabras
fuesen
y silencios de qué mar,
junto a qué montaña,
en qué momento?
VIII
No hay después, no hay más tarde, no hay mañana,
sino el gesto de ella en la tibia desnudez que continúa
las horas más duras, las de siempre,
como si todo siempre comenzara.
El aire se inquieta por las cartas que no llegan
y agita las cortinas cerradas a la tarde.
**Alberto Szpunberg, Poesía reunida, Como sólo la muerte es pasajera, Entropía, 2015
Es excelente!
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