martes, 20 de marzo de 2018

5 poemas de Antonio Gamoneda




Soy el que ya comienza a no existir

y el que solloza todavía.

Es horrible ser dos inútilmente.


*


Vi la serenidad en los ojos de las reses destinadas a los cuchillos
industriales y los caballos inmóviles en la tristeza;

después, la cal, su luz en los ancianos, y grandes grietas habitadas
por lamentos.


*


Hubo un tiempo en que mis únicas pasiones eran
la pobreza y la lluvia.

Ahora siento la pureza de los límites y mi pasión no existiría
si dijese su nombre.


*

Sábana negra en la misericordia:
tu lengua en un idioma ensangrentado.

Sábana aún en la sustancia enferma,
la que llora en tu boca y en la mía
y, atravesando dulcemente llagas,
ata mis huesos a tus huesos humanos.

No mueras más en mí, sal de mi lengua.

Dame la mano para entrar en la nieve.


*


Una pasión fría endurece mis lágrimas.

Pesan las piedras en mis ojos: alguien

me destruye o me ama.




**Antonio Gamoneda, Lengua y herida, Colihue 2010, 1ra edicion.

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